lunes, 11 de agosto de 2008

La otra versión del amor II

Tuya fue esa primera,
Esa que adornabas con alhajas y trampas.
La pintaste y sin pudor la hiciste tuya,
Cómodamente colgada en tu pared,
Como un trofeo de lengua y sexo.
Pero era otra - o quizás todas-
( pero tú no lo viste)
Era negra y estaba rota.
Desdentada, mordía largamente tu cuello.
Tenía el órgano ceniciento y los muslos húmedos.
Jamás fue tuya, y si lo fue, te mintió.
Que ella no conocía la verdad de frágiles símbolos.
Ella misma era otro símbolo
(pero tú no lo leíste)
Era doble y lanzaba arañazos.
Tu reflejo opaco, tus miles de palomas abultadas,
Tu pequeña sacristía y tu cáliz medio vacío,
No fueron suficientes para amaestrarla.
(pero tú no quisiste admitirlo)
Llevabas tanta prisa y eras tan ciego,
Que cuando se convirtió en oruga,
Tú aún creías era mariposa.
Necesitabas una certeza,
Aunque miope,
La alimentabas, era certeza.
Pero desengáñate, ella jamás fue ella.
La hermosa máscara era traicionera,
Y de amor jamás quisiste entender,
En su lugar, te comiste tu lengua.
( pero tú nunca lo desvelaste).